martes, 10 de marzo de 2015

PILARÍN BUENO MEDINA

PREMIO MUJER DE JOTA 2015
POR ARAGÓN

 



Semblanza biográfica de Pilarín Bueno, "Mujer de Jota 2015".


Pamplona, 16 de Julio de 1944, en la festividad de la Virgen del Carmen y en el número 1 de la Calle San Francisco viene al mundo una niña que es bautizada pocos días después en la parroquia de San Lorenzo con el nombre de Pilar.

Sus padres: Justo Bueno Tundidor, natural de Medinaceli, y Leandra Medina Carín, natural de Santa María de Huerta; castellanos ambos, se encuentran en la capital pamplonesa por cuestiones laborales, puesto que Justo que es Sargento de la Guardia Civil se encuentra allí trasladado. 

Pudiera parecer un capricho del destino que habiendo nacido en Navarra y descendiendo de padres castellanos esa niña  tuviese que llamarse Pilar, más aún cuando conocemos el estrecho vínculo que acabaría teniendo más tarde con Aragón y su dedicación en cuerpo y alma a la Jota. Lo cierto es que el hecho de que fuese bautizada con el nombre de Pilar se debe a otra circunstancia. Justo y Leandra habían tenido una niña fruto del primer embarazo de Leandra que falleció 4 meses después de su nacimiento. Tras esta niña la familia se vio aumentada con 2 varones y cuando Leandra quedó embarazada por cuarta vez se desplazó hasta Zaragoza para prometerle a la Virgen que si el fruto de su vientre era una niña habría de llamarla Pilar. No sólo le concedió la Virgen su deseo a Leandra, sino que quiso dotar a la niña de una hermosa voz que le llevaría a ser un destacadísimo valor para nuestra Jota Cantada. 

Tras tres años de permanencia en Pamplona y uno más en Valcarlos, Pilarín llegaría a los 4 años de edad con sus padres a Zaragoza, de donde ya nunca más se marcharía. En Zaragoza, como nos dice Don Demetrio Galán Bergua “se crió, se educó, se hizo mujer, se enamoró de la jota, la aprendió a cantar y se compenetró con el carácter y con el ambiente aragonés convirtiéndose en una esplendorosa baturra”.

La infancia de Pilarín habría de transcurrir en el barrio del Arrabal, en el cuartel de la Calle Jesús donde vivía con su familia, y en las aulas del Colegio Altabás. Precisamente en este Colegio es donde se produce su primer contacto con la Jota. Allí es donde se cruza en su camino la menor de la saga “Zapata”, Angelita, quien le imparte sus primeras lecciones de baile y quien percibe en la pequeña Pilarín unas condiciones artísticas excepcionales. Pero como cuenta la propia Pilarín, sólo bailó una vez en público en un fin de curso. Al parecer, el destino quiso jugar sus cartas de nuevo, para orientar el futuro de Pilarín en el canto y no en el baile de la Jota.

La adolescencia de Pilarín transcurre entre sus estudios de Bachillerato Elemental en el Instituto Miguel Servet y sus deseos por involucrarse en la música y el arte. Esta motivación por el canto le lleva a presentarse a un programa de Radio Juventud titulado “plataforma de estrellas” un día del mes de diciembre de 1959. En ese momento se cruza de nuevo en su destino jotero Angelita Zapata, quien la reconoce y la localiza para aconsejar a los padres de una jovencísima Pilarín que la lleven a recibir clases de canto de un gran maestro de nuestra Jota: D. José Esteso. Mientras tanto Pilarín se impregnaba del canto de José Oto, Encarnita Rodríguez y Josefina Ibáñez; figuras destacadas en el momento y auténticos referentes joteros para Pilarín.

Así el aprendizaje de Pilarín se inició en Mayo de 1960 y cuando aún no había cumplido los 16 años, en Julio, su maestro ya la presentaba en Radio Teruel como una gran promesa del canto. Efectivamente no se equivocó y en octubre de 1960, recién cumplidos los 16 años, Pilar Bueno concurre por primera vez a un Certamen Oficial de Jota que habría de otorgar los premios por votación pública y logra el Primer Premio con más de 200 votos de diferencia con la segunda premiada.

Con las enseñanzas únicas e irrepetibles del maestro Esteso, Pilarín aprende todo cuanto sabe de la Jota: la técnica, la forma de cantar y de interpretar, de amar y sentir la jota, de transmitir y llegar al público. Pilarín encontraría en José Esteso y su esposa, la gran cantadora,Pilar Abad unos segundos padres.

Tras la consecución de este importante premio en el Certamen Oficial de Jota llegarían actuaciones en los mejores teatros de España, colaboraciones con los más importantes grupos de Jota del momento y grabaciones con importantes sellos discográficos. Así hasta que en 1962 tiene que retirarse de la Jota temporalmente por el fallecimiento de su padre, quien  había disfrutado y se había ilusionado con el canto de su hija. Y pese al dolor de tan gran pérdida, la llamada de la Jota provocó que se reincorporase a la misma con renovado brío.

En 1964 conquista el Premio Extraordinario en el Certamen Oficial de Jota y en el mismo año el Primer Premio del Certamen de Jota Navarra de Los Amigos del Arte, celebrado en el Teatro Gayarre de Pamplona. En Septiembre de 1966 obtiene el 1º Premio en Alagón y en el año 1967 obtiene primeros premios en: Alagón como solista y en la modalidad de dúos con Mariano Forns, Premio Pilar Gascón, Épila y Cenicero. En 1971 consigue el Campeonato de Aragón en el Certamen Oficial y le es concedida la  Medalla de Santa Isabel de Portugal por parte de la Diputación Provincial de Zaragoza. Y, en 1980 se alza con el Primer Premio de Profesionales del Certamen Demetrio Galán Bergua en su primera edición, celebrada el 29 de Junio en el Teatro Argensola de Zaragoza.

La carrera artística de Pilarín permanece estrechamente ligada, por más de 40 años, al grupo “Alma de Aragón” dirigido por Mariano Cebollero. Aunque también ha realizado colaboraciones con el grupo “Santa Cecilia” de Educación y Descanso de Huesca, con “Raza Aragonesa” de Isabel Zapata y con “Los Amigos del Arte” de Marcelo Catalán. Todo esto propició que Pilar tuviese la oportunidad de cantar ante personalidades como  los entonces Príncipes de Asturias y más tarde Reyes de España: Don Juan Carlos I y Doña Sofía. Pilar, asimismo, tuvo la oportunidad de viajar por toda la geografía Española de Norte a Sur, e incluso llevar la jota más allá de nuestras fronteras hasta Francia, Italia o Alemania.

Durante varios años Pilarín actuó a diario en el restaurante El Cachirulo, de Zaragoza. Destacaban en su repertorio jotas de mucho sentimiento. Pilarín no esconde su predilección por este tipo de coplas, puesto que como ella misma afirma siempre le  ha gustado mucho cantarle al amor y nunca ha dejado de hacerlo. Buena prueba de ello son las jotas que hay recogidas en sus distintos trabajos discográficos. Pilarín cuenta con una amplia y excepcional obra discográfica en solitario y junto a otros relevantes joteros: Carmelo Betoré, Mariano Arregui, José Iranzo o Mariano Forns; que son un excelente testimonio de su bien timbrada voz y su predilección por la jota brava y tradicional. Entre sus grabaciones encontramos jotas aragonesas y navarras, dúos y pasodobles.

La misma Pilarín nos apunta, “creo que la jota no hay que gritarla, hay que decirla; se dice, se siente y tienes que transmitirla a la persona que te está escuchando". Y ese buen hacer se ha plasmado en cada una de sus grabaciones y de sus actuaciones. En una de sus obras Don Fernando Solsona se refiere a Pilarín destacando que “su bella voz y figura y su delicadeza y sentimiento en varios estilos lograron excelentes creaciones y centenares de admiradores”

Actualmente Pilarín dirige el grupo que fundó en 2006: Alma Jotera. Este mismo grupo  promovió un acto de homenaje a su persona por sus 50 años en el mundo de la jota. Este acontecimiento celebrado el 23 de mayo de 2010  en la Sala Mozart de la capital aragonesa, reunió a las voces más importantes del momento. Coincidiendo con este homenaje se editó un doble CD titulado “50 años, 50 jotas” que es un recopilatorio de los temas más importantes en su trayectoria.

Tras casi 55 años de actividad jotera, que sólo ha interrumpido temporalmente tras el fallecimiento de su padre y el nacimiento de su hijo, Pilarín define a la jota y a su familia como ejes vertebradores de su vida. Y si recuerda con emoción a su padre,  con la misma emoción nombra a sus dos nietos Daniel y Lara que son hoy por hoy su alegría y su mayor fuente de satisfacciones junto a la Jota. 
César Rubio Belmonte

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