martes, 10 de marzo de 2015

UN RECUERDO PARA.... JOSEFINA VENTURA

Así empezaba el acto nuestra presentadora Astrid Morató, quien lo condujo de forma magistral, con un recuerdo a otra "Mujer de Jota": JOSEFINA VENTURA.

Quizá, pese a lo loable de esta iniciativa, es cierto que los 365 días podrían quedarse cortos para rendir homenaje a tantas mujeres que merecen esta distinción. Algo que aún resulta más complejo cuando el tiempo corre en nuestra contra y algunas de ellas dejan de estar entre nosotros antes de poder rendirles este homenaje.

Es por ello que hoy, antes de iniciar la 8ª Edición de estos Premios, quisiéramos recordar a una gran jotera que fallecía a principios de Junio del año pasado. Una jotera que podría haber sido merecedora de este Premio por muchas razones, pero quizá más que ninguna por su hermosa y recia voz que sigue impresionando al escuchar sus grabaciones.

JOSEFINA VENTURA, gran jotera zaragozana se inició en la Jota de la mano de Dª Jacinta Bartolomé en la Escuela Oficial de Jota de Zaragoza y muy pronto se integró en el grupo de “Los amigos del arte” para después pasar a ser parte del elenco de cantadoras del grupo “Alma de Aragón” dirigido por Don Mariano Cebollero. Allí coincidiría con Pilarín Bueno, nuestra premiada por Aragón este año. En 1958 consigue el 1º Premio Pilar Gascón y en 1965 el 1º Premio en el Certamen Oficial de Jota en 1965. Nos dejó muy hermosas grabaciones en solitario y a dúo con Mariano Arregui que son un excelente testimonio de su existencia jotera. También es destacable su vínculo al Grupo “Ronda Aragonesa” dirigido por Jesús Gracia, del que Josefina también fue un miembro destacado y la estrecha relación que mantuvo con El Cachirulo de Zaragoza en los inicios de la entidad.


Para escuchar una de sus grabaciones,....
https://www.youtube.com/watch?v=xVGiWBZMOgo

MUJERES DE JOTA 2015 EN LA RADIO

Os adjunto los enlaces con los programas de radio dedicados a la 8a edición de los Premios Mujeres de Jota.

Aragón Radio. 4/3/2015 "Escúchate" con Javier Vázquez.

http://www.aragonradio.es/radio?reproducir=119781

Onda Cero Sagunto. 5/3/2015 con Palmira Benajas.
http://www.ivoox.com/mujeres-jota-2015-audios-mp3_rf_4175860_1.html

ALGUNAS FOTOS DE LOS PREMIOS MUJERES DE JOTA 2015

 Las benjaminas de la familia Gómez-Miguel interpretan el Bolero de Caspe.

 Ana Belén Montejo y Mariano Calvo en una de sus intervenciones

 Javier Iserte
 
 Paula Martínez
 
 Ana Belén Montejo y Mariano Calvo

Pilar López 

 Ana Iguarbe

 Pilar López y Javier Lasmarías, cantando a dúo.

 Susana Gil y Ana Iguarbe, cantando a dúo.

 Pilarín recibe un ramo de parte de Begoña García Gracia.
 
 Pilarín Bueno, interpretando una jota de estilo.

 Durante la entrega de los premios.

 Premiadas, autoridades e invitados.
 
 Pilarín con algunos amigos que desde Zaragoza se sumaron al homenaje.
 
Joteros invitados a este homenaje

OTRAS COPLAS ALUSIVAS

Cantada por Álvaro Asensio:
 
A mis tías y a mis primas
que se apellidan Miguel
todos les llaman las "Parra"
en el Centro Aragonés.
(Autora: Mª Carmen Galindo Miguel)
 
 
Cantada por los joteros invitados:
 
Hoy en tierras valencianas
la Jota suena con nota
es para Pilarín Bueno
el Premio "Mujer de Jota"
(Autor: Mariano Calvo)
 
 

COPLAS ALUSIVAS A LAS PREMIADAS

A la Familia Gómez-Miguel
Premio Mujeres de Jota por el Centro Aragonés...

Familia Gómez-Miguel
de tradición bailadoras
este Centro os reconoce
como "Mujeres de Jota".

A Pilarín Bueno
Premio Mujeres de Jota por Aragón...

Pilarín Bueno Medina
admirable cantadora
este centro te concede
su Premio "Mujer de Jota".
Autor: César Rubio

COPLAS A PILARÍN, por Toño Julve,...


El año cuarenta y cuatro
el mes de julio en Pamplona
un buen día dieciséis
nació, una gran persona
 
Curioso que allí naciera
esta ilustre aragonesa
hablamos de una baturra
de los pies a la cabeza
 
Sus padres Leandra y Justo
que a este mundo la trajeron
a Aragón le regalaron
a la gran Pilarín Bueno
 
Con Pilar Bueno Medina
nuestra tierra iba a tener
a otra grande de la jota
con la que enorgullecer
 
En Zaragoza a la Virgen
su padre le fue a implorar:
"si me mandas una niña,
como tú la he de llamar"
 
La Virgen obró el milagro
Justo cumplió su promesa
y el destino a la familia
trajo a tierra aragonesa 
                                    
Viviendo ya en Zaragoza
Pilar a los ocho añicos
de nuestra querida jota
ya sintió el primer pellizco
 
Ya que comenzó a bailar
con Angelita Zapata
pero enseguida empezó
a sentirla en su garganta
 
Pasados algunos años
tras sus pinitos en baile
Pilarín, ya más mocica
decidió al canto acercarse
 
En aquellas matinales
las de Radio Juventud
la pequeña Pilarín
es donde hizo su debut
 
Y fue la propia Zapata
al escucharla cantar
la que a la escuela de Esteso
la llevó para ensayar
 
De mano de José Esteso
no sólo aprendió a cantar
sino a transmitir cantando
y al público emocionar
 
Pilarín sus enseñanzas
nunca ha podido olvidar
su cariño y de su esposa
la grande Pilar Abad
 
Era mayo del sesenta
y en octubre del mismo año
con tan sólo dieciséis
ya ganó el premio ordinario
 
A partir de ese momento
todo fueron grabaciones
y colaborar en grupos
sin parar de actuaciones
 
Pero aquel dulce momento
se tornó pronto en amargo
su padre dejó este mundo
pa' Pilar, su peor trago
 
Hasta ese trance su vida
había sido genial
con una niñez hermosa
llena de felicidad
 
Más en plena adolescencia
rota quedó de dolor
y su corazón partido
un tiempo calló su voz
 
Retomó los escenarios
y continuó triunfando
y el año sesenta y cuatro
se llevó el extraordinario
 
Llegaron premios y premios
galas, giras, muchos viajes
medallas y distinciones
y el conocer personajes
 
Pues cantó ante gente ilustre
y entregando el alma entera
por España y por el mundo
llevó a Aragón por bandera
 
La jota fue y es su vida
y lo será hasta que muera
pues se mantiene en activo
con su grupo "Alma Jotera"
 
Colabora donde sea
poniendo gran ilusión
aportando su experiencia
y ante todo corazón
 
Corazón al que esta vida
no sólo le ha dado jota
pues también le ha regalado
sus tres joyas más hermosas
 
Son su hijo y sus dos nietos
la alegría de su alma
porque con Daniel y Lara
Pilarín pierde la baba
 
Dichosa puedes estar
por tantas y buenas cosas
y por sentirte querida
la sensación más hermosa
 
Y hoy disfruta este homenaje
que le grita al mundo entero:
¡Una gran Mujer de Jota,
por siempre Pilarín Bueno!

PILARÍN BUENO MEDINA

PREMIO MUJER DE JOTA 2015
POR ARAGÓN

 



Semblanza biográfica de Pilarín Bueno, "Mujer de Jota 2015".


Pamplona, 16 de Julio de 1944, en la festividad de la Virgen del Carmen y en el número 1 de la Calle San Francisco viene al mundo una niña que es bautizada pocos días después en la parroquia de San Lorenzo con el nombre de Pilar.

Sus padres: Justo Bueno Tundidor, natural de Medinaceli, y Leandra Medina Carín, natural de Santa María de Huerta; castellanos ambos, se encuentran en la capital pamplonesa por cuestiones laborales, puesto que Justo que es Sargento de la Guardia Civil se encuentra allí trasladado. 

Pudiera parecer un capricho del destino que habiendo nacido en Navarra y descendiendo de padres castellanos esa niña  tuviese que llamarse Pilar, más aún cuando conocemos el estrecho vínculo que acabaría teniendo más tarde con Aragón y su dedicación en cuerpo y alma a la Jota. Lo cierto es que el hecho de que fuese bautizada con el nombre de Pilar se debe a otra circunstancia. Justo y Leandra habían tenido una niña fruto del primer embarazo de Leandra que falleció 4 meses después de su nacimiento. Tras esta niña la familia se vio aumentada con 2 varones y cuando Leandra quedó embarazada por cuarta vez se desplazó hasta Zaragoza para prometerle a la Virgen que si el fruto de su vientre era una niña habría de llamarla Pilar. No sólo le concedió la Virgen su deseo a Leandra, sino que quiso dotar a la niña de una hermosa voz que le llevaría a ser un destacadísimo valor para nuestra Jota Cantada. 

Tras tres años de permanencia en Pamplona y uno más en Valcarlos, Pilarín llegaría a los 4 años de edad con sus padres a Zaragoza, de donde ya nunca más se marcharía. En Zaragoza, como nos dice Don Demetrio Galán Bergua “se crió, se educó, se hizo mujer, se enamoró de la jota, la aprendió a cantar y se compenetró con el carácter y con el ambiente aragonés convirtiéndose en una esplendorosa baturra”.

La infancia de Pilarín habría de transcurrir en el barrio del Arrabal, en el cuartel de la Calle Jesús donde vivía con su familia, y en las aulas del Colegio Altabás. Precisamente en este Colegio es donde se produce su primer contacto con la Jota. Allí es donde se cruza en su camino la menor de la saga “Zapata”, Angelita, quien le imparte sus primeras lecciones de baile y quien percibe en la pequeña Pilarín unas condiciones artísticas excepcionales. Pero como cuenta la propia Pilarín, sólo bailó una vez en público en un fin de curso. Al parecer, el destino quiso jugar sus cartas de nuevo, para orientar el futuro de Pilarín en el canto y no en el baile de la Jota.

La adolescencia de Pilarín transcurre entre sus estudios de Bachillerato Elemental en el Instituto Miguel Servet y sus deseos por involucrarse en la música y el arte. Esta motivación por el canto le lleva a presentarse a un programa de Radio Juventud titulado “plataforma de estrellas” un día del mes de diciembre de 1959. En ese momento se cruza de nuevo en su destino jotero Angelita Zapata, quien la reconoce y la localiza para aconsejar a los padres de una jovencísima Pilarín que la lleven a recibir clases de canto de un gran maestro de nuestra Jota: D. José Esteso. Mientras tanto Pilarín se impregnaba del canto de José Oto, Encarnita Rodríguez y Josefina Ibáñez; figuras destacadas en el momento y auténticos referentes joteros para Pilarín.

Así el aprendizaje de Pilarín se inició en Mayo de 1960 y cuando aún no había cumplido los 16 años, en Julio, su maestro ya la presentaba en Radio Teruel como una gran promesa del canto. Efectivamente no se equivocó y en octubre de 1960, recién cumplidos los 16 años, Pilar Bueno concurre por primera vez a un Certamen Oficial de Jota que habría de otorgar los premios por votación pública y logra el Primer Premio con más de 200 votos de diferencia con la segunda premiada.

Con las enseñanzas únicas e irrepetibles del maestro Esteso, Pilarín aprende todo cuanto sabe de la Jota: la técnica, la forma de cantar y de interpretar, de amar y sentir la jota, de transmitir y llegar al público. Pilarín encontraría en José Esteso y su esposa, la gran cantadora,Pilar Abad unos segundos padres.

Tras la consecución de este importante premio en el Certamen Oficial de Jota llegarían actuaciones en los mejores teatros de España, colaboraciones con los más importantes grupos de Jota del momento y grabaciones con importantes sellos discográficos. Así hasta que en 1962 tiene que retirarse de la Jota temporalmente por el fallecimiento de su padre, quien  había disfrutado y se había ilusionado con el canto de su hija. Y pese al dolor de tan gran pérdida, la llamada de la Jota provocó que se reincorporase a la misma con renovado brío.

En 1964 conquista el Premio Extraordinario en el Certamen Oficial de Jota y en el mismo año el Primer Premio del Certamen de Jota Navarra de Los Amigos del Arte, celebrado en el Teatro Gayarre de Pamplona. En Septiembre de 1966 obtiene el 1º Premio en Alagón y en el año 1967 obtiene primeros premios en: Alagón como solista y en la modalidad de dúos con Mariano Forns, Premio Pilar Gascón, Épila y Cenicero. En 1971 consigue el Campeonato de Aragón en el Certamen Oficial y le es concedida la  Medalla de Santa Isabel de Portugal por parte de la Diputación Provincial de Zaragoza. Y, en 1980 se alza con el Primer Premio de Profesionales del Certamen Demetrio Galán Bergua en su primera edición, celebrada el 29 de Junio en el Teatro Argensola de Zaragoza.

La carrera artística de Pilarín permanece estrechamente ligada, por más de 40 años, al grupo “Alma de Aragón” dirigido por Mariano Cebollero. Aunque también ha realizado colaboraciones con el grupo “Santa Cecilia” de Educación y Descanso de Huesca, con “Raza Aragonesa” de Isabel Zapata y con “Los Amigos del Arte” de Marcelo Catalán. Todo esto propició que Pilar tuviese la oportunidad de cantar ante personalidades como  los entonces Príncipes de Asturias y más tarde Reyes de España: Don Juan Carlos I y Doña Sofía. Pilar, asimismo, tuvo la oportunidad de viajar por toda la geografía Española de Norte a Sur, e incluso llevar la jota más allá de nuestras fronteras hasta Francia, Italia o Alemania.

Durante varios años Pilarín actuó a diario en el restaurante El Cachirulo, de Zaragoza. Destacaban en su repertorio jotas de mucho sentimiento. Pilarín no esconde su predilección por este tipo de coplas, puesto que como ella misma afirma siempre le  ha gustado mucho cantarle al amor y nunca ha dejado de hacerlo. Buena prueba de ello son las jotas que hay recogidas en sus distintos trabajos discográficos. Pilarín cuenta con una amplia y excepcional obra discográfica en solitario y junto a otros relevantes joteros: Carmelo Betoré, Mariano Arregui, José Iranzo o Mariano Forns; que son un excelente testimonio de su bien timbrada voz y su predilección por la jota brava y tradicional. Entre sus grabaciones encontramos jotas aragonesas y navarras, dúos y pasodobles.

La misma Pilarín nos apunta, “creo que la jota no hay que gritarla, hay que decirla; se dice, se siente y tienes que transmitirla a la persona que te está escuchando". Y ese buen hacer se ha plasmado en cada una de sus grabaciones y de sus actuaciones. En una de sus obras Don Fernando Solsona se refiere a Pilarín destacando que “su bella voz y figura y su delicadeza y sentimiento en varios estilos lograron excelentes creaciones y centenares de admiradores”

Actualmente Pilarín dirige el grupo que fundó en 2006: Alma Jotera. Este mismo grupo  promovió un acto de homenaje a su persona por sus 50 años en el mundo de la jota. Este acontecimiento celebrado el 23 de mayo de 2010  en la Sala Mozart de la capital aragonesa, reunió a las voces más importantes del momento. Coincidiendo con este homenaje se editó un doble CD titulado “50 años, 50 jotas” que es un recopilatorio de los temas más importantes en su trayectoria.

Tras casi 55 años de actividad jotera, que sólo ha interrumpido temporalmente tras el fallecimiento de su padre y el nacimiento de su hijo, Pilarín define a la jota y a su familia como ejes vertebradores de su vida. Y si recuerda con emoción a su padre,  con la misma emoción nombra a sus dos nietos Daniel y Lara que son hoy por hoy su alegría y su mayor fuente de satisfacciones junto a la Jota. 
César Rubio Belmonte

martes, 3 de marzo de 2015

FAMILIA GÓMEZ MIGUEL

PREMIO MUJER DE JOTA 2015
POR EL CENTRO ARAGONÉS




Semblanza biográfica de la Familia Gómez-Miguel, "Mujeres de Jota 2015"
 
La madre… y el padre.
 
 
Ferrocarril de Sierra Menera. Tras recorrer 200 kms., un convoy de tolvas vacías encabezado por una locomotora de vapor se aproxima a la estación término de Ojos Negros, Teruel. El maquinista, Vicente Miguel, a buen seguro piensa en su familia, que le espera. Una vez en casa, en el vecino Villar del Salz, les volverá a hablar de los colores del mar y de su brisa, de los naranjos y el azahar, de la suavidad del invierno, de la enorme fábrica que a todos impresiona. Posiblemente, en esos momentos no imaginaba Vicente que sus nietas y sus biznietas bailarían la jota en la orilla del Mediterráneo, pero así sucedería. Su hija Maruja es especialmente receptiva a lo que su padre relata sobre ese espacio junto al mar, el Puerto de Sagunto, un lugar donde, aunque quizás no lo supieran entonces, la jota aragonesa daba nuevos brotes. Por eso el primer hito de esta historia lo constituye la ilusión de Maruja de vivir, en ese futuro soñado, al lado del mar, en esta comarca valenciana de la que su padre siempre hablaba.
 
 
Puerto de Sagunto. Armando Gómez pertenece a ese amplio colectivo de personas que procedentes de otras regiones y comarcas de España se afincan en el Puerto de Sagunto atraídas por las oportunidades laborales que la siderurgia ofrece. Él procede de la Valencia interior, de Fuenterrobles, en la comarca de Requena-Utiel. El Puerto es un crisol de gentes. Armando traba amistad con aragoneses, incluso se integra en el Centro Aragonés como socio, atraído por su folklore pero también por esta sociedad cultural y folklórica, que además es centro de reunión, de ocio, de almalgama entre vecinos de tantas procedencias. Invitado por algún amigo, Armando sube a las fiestas de Villar del Salz y allí conoce a Maruja Miguel, a la que el arma no letal que es la amorosa y feliz saeta de Cupido, le unió para siempre. De esta manera, Maruja vio plasmada su ensoñación, pues a raíz de su boda con Armando, se convirtió en vecina del Puerto de Sagunto.
 
 
Las hijas.
 
 
En el Puerto de Sagunto nacerán Mª Carmen y Ana, homenajeadas hoy. Ellas se incorporarán muy pronto a este Centro Aragonés, lo que no tiene nada de extraño si consideramos la vinculación afectiva y el compromiso personal con el Centro de su padre Armando, que durante muchos años sería miembro de su junta directiva así como de la dirección de la Peña del Cachirulo. Mª Carmen iniciaba su trayectoria en el baile a los ocho años, mientras que Ana tomaba contacto directo con esta casa a los tres, cuando fue paje de la reina Rosarín Martínez. Tal como las hermanas dicen, “a partir de ahí, comenzaría un camino de 20 años de jotas y bailes, de vivencias y sentimientos hacia Aragón y hacia esta casa”. Ellas mismas desgranan toda su trayectoria.
 
 
Como bailadoras infantiles, aprenderán con diversos profesores: los hermanos Concha y Quique Pérez, Juan Salcedo, Mª Amparo Martínez, Marisol Estella y el gran coreógrafo Pablo Luis Maza. Recuerdan bien que pronto bailaron en público, Mª Carmen en Denia, y Ana en la Plaza de la Virgen de una Valencia en fallas. Y que, de la mano de Pablo Luis Maza, actuaron en muchos lugares, por ejemplo varios años en el Teatro Principal de Valencia. El paso al grupo de medianas y de ahí al de mayores estará jalonado por el dominio de una serie de jotas en secuencia progresiva de dificultad: en medianas, las “Seguidillas de Leciñena”, “Guara”, “Zaragoza”, “Alcañiz” cruzada y sin cruzar; y en mayores, la “Jota de Pañuelos”, seguida ya de todo el repertorio del grupo: “Campana de Huesca”, “Panderetas”, “Cantaricos” y “Sitios de Zaragoza”.
 
 
Mª Carmen y Ana desean resaltar la experiencia de sus múltiples concentraciones de Casas Regionales, con especial recuerdo a las de Teruel, Zaragoza, Huesca, Calanda, Calatayud y Egea de los Caballeros. La concentración es un evento especialmente ilusionante, un viaje lúdico y a la par emocional. Es una recompensa al esfuerzo realizado y produce un especial hermanamiento con los compañeros. Pero en lo emotivo hay otra faceta que las hermanas Gómez Miguel también han cubierto: representar a esta casa que para ellas ha sido fuente de satisfacciones. Mª Carmen fue dama en el año 1980 y Reina en el bienio 1984-86, en el que Ana la acompañó como una de sus damas. Es decir, el reinado coincidió con un período de crisis e incertidumbre en esta población por el cierre de la cabecera siderúrgica. Por eso quieren agradecer el esfuerzo de sus padres y de toda la población, que se movilizó, para asegurar un futuro viable.
 
 
            En un camino así de largo ha de subyacer una intensa motivación, y también la presencia de ese misterioso duende del arte escénico que se instala en el corazón y en la mente de los que son y se sienten artistas. La experiencia del baile de la jota se traduce en emoción, la emoción provocada por la secuencia airosa de los pasos, acompañados siempre por la música vibrante de la rondalla y las voces de quienes cantan. Mª Carmen y Ana ponen el acento en esa emoción que es hechicera por ser mágica, y en el placer de la responsabilidad satisfecha. Nos lo explican muy bien: “Siempre hemos vivido con emoción el aprendizaje de una jota. Cuando éramos pequeñas, por la satisfacción de aprender otra jota nueva y así poder bailar más veces y, poco a poco, ampliar el repertorio. Poder sentir la magia de combinar algunos pasos que ya sabes junto a otros nuevos para formar una coreografía nueva, y repetirla una y otra vez hasta hacerla tuya e interiorizarla. Ese aprendizaje de las jotas bailadas tenía su recompensa en cuanto salías al escenario y oías los primeros acordes de la rondalla dirigida en aquel entonces por el Sr. Emilio. El disfrute personal por bailar, unido a la responsabilidad de hacerlo bien delante del público y, sobre todo, en fechas tan señaladas como el Día del Pilar, cuando bailábamos en la plaza del Sol y venía a vernos multitud de gente, era una sensación de gozo y responsabilidad cumplida por llevar a lo más alto el nombre de Aragón y el de tu ciudad”. Añadamos que esa sensación de íntima felicidad tuvieron la ocasión de experimentarla en escenarios únicos, como la Plaza del Pilar de Zaragoza y en las actuaciones de nuestros cuadros en Francia e Italia.
 
 
Las nietas.
 
 
            Transcurre el tiempo, y la entrada en el mundo laboral y después la maternidad hacen que Mª Carmen vaya dejando lo que ella llama “la primera línea de su actividad en este centro”. Ana continuará unos años más en el baile, aunque también, por responsabilidades laborales, acabará dejando gradualmente la jota bailada. Pero la distancia obligada no será ni por falta de afecto ni de afición. Lo demuestra el hecho de que, con ayuda de sus maridos, José Luis y Roger, han ido retomando la pasión por el baile a través de sus hijas. El vínculo con la jota de Aragón de Mª Carmen y Ana era heredado de ese Villar del Salz en el que veraneaban, y también de la pasión que su padre Armando sentía por la jota, razón por la que durante varios años la bailaron en los festivales de verano de Fuenterrobles. Pero, ¿y la nueva generación? Son las nietas de Maruja y Armando, que de una forma natural, recibirían la herencia de la jota de sus propias madres. Tres nombres, tres personas jóvenes hoy también homenajeadas: Marina, su hermana Virginia y la prima de ambas, la pequeña Lucía.
 
 
            Y la tradición que determina que estas chicas hayan bailado y bailen la jota tiene como vehículo un traje de baturra, el que vistió Ana al comienzo de su andadura y cuya tela compró la madre, Maruja Miguel. Las tres nietas han reestrenado ese traje en el día del Pilar. Y las tres tienen ya un buen historial para su edad: Virginia empezó siendo paje de la reina Rosana Martínez a los cinco años, y estuvo bailando de los ocho a los catorce años. Virginia, con seis años, también fue paje, en su caso de Esther Villarroya, y ahora el baile constituye una de sus máximas aficiones. Lucía, la más joven, comenzó a bailar a edad muy temprana, por lo que es una de las bailadoras infantiles más veteranas.
 
 
            Esta bonita historia deja como testimonio que la tradición aragonesa ha sido un indudable nexo de unión, junto con el connatural lazo y afecto de la sangre, de la familia Gómez Miguel, y que el marco de este nexo lo ha proporcionado nuestro Centro Aragonés. Como testimonian Mª Carmen y Ana, nosotros también esperamos que sus hijas Marina, Virginia y Lucía no sean las últimas en disfrutar de ese traje de baturra que con tanta emoción conserva esta familia.

José Mª Prats Escriche
 
 
 

CARTEL PREMIOS MUJERES DE JOTA 2015